El Algarve tiene una media anual de 300 días de sol, un cielo azul estar asegurado para el puente de diciembre. Los 200 km de litoral se recorrer en al menos 4 días. Un viejo convoio (tren) permite regresar al lugar de partida. Toda la información en la guía bici:map El Algarve y la Costa Vicentina. Os dejamos un par de imágenes aun frescas que nos marcaron.
1. Cacelha Velha.
Un encantador pueblecito blanco de no más de cinco calles empedradas, fiel reflejo del antiguo Algarve. De su deslumbrante mirador de la ría se divisa la penísula-barrera del Parque Natural de la Ría Formosa y los inmensos arenales que la bajamar deja al descubierto.
2. La cataplana.
Un guiso de pescado y marisco que se cocina en una olla metálica de forma ovalada. Las sardinas a la parrilla, el frango (pollo) al piri piri y el arroz caldoso de marisco tampoco están mal.
3. Los mercados do Peixe.
El de Olhão especialmente. Se ubica en dos edificios de ladrillo rojo con una torre circular en cada extremo. En uno de ellos se despachan verduras, frutas y embutidos, en el otro se despacha pescado fresco procedente directamente de la lonja.
4. El Algarve interior.
Más desconocido que la costa, donde se puede difrutar de lo auténtico y de lo tradicional entre olivos, naranjos, limoneros e higueras. Silves, Alte y el mercado de Loulé merecen el rodeo y las cuestas.
5. Cabo de São Vicente.
No es la punta más occidental de Europa, ni tampoco sus acantilados son los más espectaculares (le gana por goleada Cabo Sardão en la Costa Vicentina), ni tampoco su puesta de sol es la más bonita. Sin embargo, este cabo y su entorno no desmerece invitando a dejar volar la imaginación para comprender el espíritu de los descubridores portugueses del siglo XV que se lanzaron al mar sin saber lo que les esperaba tras la línea del horizonte.