Veo rocas, no piedras. Me es imposible dejar de preguntarme si esta piedra que ha desviado mi rueda delantera es un trocito de granito o la concha fosilizada de un amonites jurásico. A través de este post me permito satisfacer la necesidad que todos tenemos de compartir aquellas cosas que nos gustan. Mirando el mapa geológico de España, se entiende por qué es el segundo país del mundo con mayor número de Geoparques, sin contar el sinfín de Geositios y lugares de interés (geológicos, se entiende). Es fácil toparse con uno de ellos cuando se rueda por las vías verdes, en un viaducto o una trinchera. Además, uno se puede relajar y disfrutar del paisaje.
1. Geoparque de Villuercas, Ibores y Jara (guía bici:map VV2, Ruta 1)
La sierra de Altomira, y todo el macizo orográfico que abraza Guadalupe están formados por pizarras y cuarcitas que se originaron en los fondos marinos hace más de 650 millones de años. Como consecuencia del choque entre continentes (orogenia Hercínica) nació un supercontinente llamado Pangea y se levantó una cordillera de enormes proporciones que desde entonces ha sufrido un lento proceso de destrucción. Siempre cuando bajo del puerto de San Vicente, la vista sobre este conjunto de sierras y valles paralelos me hace sentir pequeño.
2. El límite K/T cerca de Agost (guía bici:map (guía bici:map VV2, Ruta 5)
No se trata de una fórmula matemática, sino el acrónimo del tránsito de la era Secundaria, el Cretácico (K), a la Terciaria (T). Hay pocos lugares en el mundo donde se puede tocar, y el talud de la carretera CV-827 cerca de Agost es uno. Esta delgada capa de color negro habla sobre un momento crucial en la historia de la Tierra, la desaparición de los dinosaurios por la caída de un asteroide en el golfo de México ¿Os suena? Como todo geólogo, flipo ante ella, en unos milímetros se resume una catástrofe a escala mundial ¡Ojo! No tocar, por favor, el afloramiento es frágil y protegido.
3.- Badlands en Mula (guía bici:map VV2, Ruta 6)
Un paisaje lunar, es como se llama popularmente al amasijo de cárcavas, pináculos, barranquitos y cañones pelados de vegetación. Los geomorfólogos lo llaman badlands. Un largo tramo de la Vía Verde del Noroeste atraviesa estos barrancos de otro planeta que ofrecen momentos realmente impactantes.
4.- Huellas de dinosaurios en el valle del Cidacos (guía bici:map VV1, Ruta 6)
Recuerdo cuando era enano los libros de dinosaurios aún no existían pero alucinaba frente al esqueleto de Diplodocus del museo de Historia Naturales de Paris. Ya eran mis superhéroes descarnados. En Enciso y alrededores, muy cerca del final de la Vía Verde del Cidacos, hay contabilizadas más de 1.400 huellas de los estos grandes vertebrados. En algunas localidades, se pueden observar la persecución de un carnívoro a un herbívoro, seguramente sin buenas intenciones, o las huellas de toda una familia ¡Un paraíso para los dinoadictos!
5.- Paisajes rojos (guía bici:map VV1, Ruta 9)
Uno de los paisajes más mágicos por su vigoroso colorido y por sus texturas es el de la que originan las areniscas rojas del Buntsandstein (Bunter = abigarrado y Sandstein = arenisca). Se formaron a finales del Triásico hace 250 millones de años, cuando los reptiles empezaron a dominar el mundo y todos los continentes estaban unidos en un supercontinente llamado Pangea. Muy cerca del principio de la Vía Verde de Ojos Negros, la espectacular fortaleza de Peracense está tan integrada entre los tormos de arenisca roja que se mimetiza tal un camaleón en el paisaje.