Cuando viajamos en bici nadie se salva de ponerse enfermo o de sufrir una caída durante el viaje. Aunque no tiene por qué pasar nada y de hecho rara vez pasa algo, la mejor forma de estar tranquilo es estar cubierto por el sistema sanitario público europeo.
Si os animáis a rodar por el Loira, el Canal du Midi, Portugal o el Danubio será necesario disponer de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) que garantiza la atención sanitaria en los 28 países europeos, más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
¿Dónde pedir la TSE?
En los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) o por Internet a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social y la recibirás en un plazo de 10 días. Es gratuita.
En la mayoría de los países europeos, el sistema sanitario público es muy diferente al sistema español. Para una urgencia grave está claro, hay que llamar al 112 o acudir un hospital público o concertado. No cubre lo privado. Para una consulta médica, en muchos países no existen los Centros de Atención Primaria como aquí pero hay médicos concertados que conocen las formalidades. A veces, se debe abonar directamente la consulta, los medicamentos o algunos procesos quirúrgicos, que se reembolsa de vuelta a España. La tarjeta funciona también en las farmacias si dispones de una receta.
Encontrarás información sobre el sistema nacional de seguridad social del país al que viajas en el portal de la Comisión Europea > Tarjeta sanitaria europea > Cómo utilizar la tarjeta > seleccionar el país en la lista o en la aplicación de la Unión Europea “Tarjeta sanitaria europea” para móviles.
Atención: pedir y guardar todas las facturas y también la documentación médica para poder reclamar el importe cuando vuelvas a casa. No sustituye al seguro de viaje.